URUGUAY: LA REVUELTA DEL VOTO Y EL SOCIALISMO

Estimado Z (y compañer@s de Uruguay): El texto de Zibechi muestra que mi análisis del 14/5/2010 acerca de las elecciones municipales en Uruguay, del 9/5/2010, no andaba por mal camino. Zibechi anota varios problemas relevantes: el carácter obligatorio o voluntario del voto, el cansancio provocado por los repetidos procesos electorales (impuestos por el balotaje y la separación de la elección nacional de las municipales), y la usura del sistema político (término neutro que ya se usa en las viejas democracias burguesas de Europa hace más de una década). Por mi parte enfoco OTRO eje: creo que buena parte del aumento de los votos en blanco y anulados se debe al hecho de que hay mucha gente que SE DECEPCIONÓ DESDE POSICIONES DE IZQUIERDA CON LA PROPUESTA-ACCIÓN DEL FRENTE AMPLIO, Y ESTÁ DISPUESTA A LUCHAR POR EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI, USANDO OTRAS FORMAS DE ACCIÓN Y DE IMPACTO MEDIÁTICO (diferentes a las electoralistas usadas por la izquierda uruguaya, incluyendo a Asamblea Popular). Creo que el socialismo del siglo XXI que está naciendo en A. Latina (y en especial en Venezuela y Bolivia) se basa en por lo menos los siguientes principios: 1) democracia participativa (a la que deben subordinarse los poderes electivos-representativos, cuyos mandatarios pueden ser revocados por sus electores, por lo menos a mitad de mandato; discrepo con Zibechi porque no vio el potencial participativo de las Alcaldías), 2) democratización de los medios de comunicación (venciendo el monopolio capitalista-derechista de los grandes medios), 3) economía ecológica y solidaria, sin patrones (en Venezuela florecen por decenas de miles los Consejos Comunales y sus proyectos cooperativos, son muchos los Núcleos de Desarrollo Endógeno, y comienzan a instalarse las Empresas Socialistas y las Comunas Socialistas; en Bolivia se ha dado poder amparado en la Constitución a las comunidades productivo-culturales indígenas; mientas tanto en Uruguay se festejan las inversiones de las multinacionales y el accionar de sus bancos, corriéndose el riesgo de una crisis bancaria igual o peor a la acontecida en el gobierno de Jorge Batlle; mientras tanto, Venezuela, como lo preveía el programa original del FA, acaba de reforzar el control estatal de la banca, del cambio y del comercio exterior; por otro lado el analfabetismo ecológico es tan grande en Uruguay, que en momentos en que Evo dice en las Cumbres Internacionales que el planeta se salvará solamente si superamos el capitalismo, porque éste lo destruye con su lógica del lucro, y por eso ha renacionalizado los grandes recursos naturales, los dirigentes uruguayos discuten el uso de la peligrosísima energía nuclear, en un país donde lo que sobra son vientos, sol y olas del mar), 4) educación ambiental ecomunitarista a nivel formal y no formal (basada en la educación problematizadora propuesta por Paulo Freire). Noten que la ignorancia de lo que sucede en el día a día de Venezuela y Bolivia es casi total en la izquierda uruguaya, y ello es casi imperdonable en estos tiempos de Internet, pues basta un par de clics diarios para enterarse. Para todo esto pueden ver mis libros, y a quien lo desee puedo mandarle por mail el próximo que espero salga pronto en México, intitulado “El socialismo del siglo XXI en perspectiva ecomunitarista a la luz del ‘socialismo real’ del siglo XX”. Ahora bien, creo que la clave está en que la gente que comparte este análisis se REÚNA para decidir sobre el “qué hacer”. Por otro lado sugiero que el FA haga una encuesta entre sus adherentes preguntándoles: ¿Usted quiere vivir en el capitalismo y lo quiere para sus hijos, o prefiere luchar por el socialismo del siglo XXI?; eso sí, hay que aclararle que el capitalismo (incluso el ‘desarrollado’ o ‘serio’, como dijo un dirigente del FA) significa como lo dijo Marx en sus Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844 la no-realización de cada persona por la alienación de cada ser humano en relación a si mismo (ya que en vez de organizar su vida se ve sometido a las ordenes ‘del’ mercado, que no es otra cosa que la personificación de sus fuerzas sociales escapadas de su control), la alienación en relación al otro ser humano (en la guerra de capitalistas contra trabajadores, de capitalistas entre sí y de trabajadores entre sí), y las alienaciones en relación a la naturaleza (por la privatización de la misma en manos de unos pocos, y su devastación y contaminación irreversible), a la propia actividad productiva (porque en el capitalismo el trabajador es reducido a aquel engranaje más de la máquina, como lo mostró Chaplin en ‘Tiempos Modernos’), al producto del trabajo (que no sirve para satisfacer necesidades humanas sino para llenar las arcas del capitalista), y del propio trabajo (generando indefectiblemente desempleo, por no ser el trabajador sino el capitalista quien decide si el trabajador conseguirá a trabajar o no).

Un abrazo: Sirio